Analiza: ¿cuántas veces escuchaste a la gente decir “¡cómo no se me ocurrió a mí!”?, En general, esto se debe a que se cree que pensar un negocio es cosa fácil; que sólo basta el ingenio, un planteamiento atractivo, innovador y único cuando se platica. Sí, eso ayuda. Sin embargo, las ideas de negocio son como el vino: requieren de una cuidadosa maduración para lograr la aceptación del público por supuesto, un conocimiento de cómo se moldea el gusto del cliente.

Llevar a cabo un estudio de mercado que permita evaluar si tu idea vale la pena para invertir en ella, o no. Comienza la búsqueda escribiendo cuál crees que es la principal necesidad o problema, el cual puede solucionar tu producto o servicio. Escríbe y mantén ese papel cerca de ti, bien presente en todo momento.

La marca será tu identidad. Es importante definirla antes de comenzar con la creación de tu empresa, no solo por términos legales, sino porque a partir de ella, podrás definir la personalidad que deseas transmitir. De esa manera, podrás orientar tu estrategia de negocio de una forma más clara y definida.

Si estás pensando poner en marcha tu startup puede que quieras reducir tus costos en un inicio. Determina de qué manera puedes ahorrarte unas cuantas monedas, como por ejemplo utilizar mi computadora, armar mi equipo con la misma idea, visión y pasión, ya sean amigos o familiares.

Los modelos económicos de negocios ya no son los mismos que en el pasado y, muy probablemente, tampoco serán iguales en un futuro más próximo. Los emprendedores tienen a su disposición medios para explotar de forma exitosa nuevos proyectos y nuevas ideas.
El acceso a un mercado global a un coste muy reducido es una de las claves de los nuevos modelos de gestión económico y empresarial.

Conseguir dinero y comenzar a poner en marcha tu negocio no tiene por qué ser un dolor de cabeza. En los últimos años han aparecido nuevos actores que abrazan la idea de apoyar a personas o equipos con ideas de negocios escalables.